EDELWEISS Y EL AMOR

La flor de las nieves, Edelweiss, cuyo nombre científico (Leontopodium Alpinum) proviene del griego y significa “pie de león de los Alpes”, es hermosa y de aparente fragilidad. En la naturaleza sólo se encuentra por encima de los 1.500 metros, en recovecos calizos, y es capaz de sobrevivir a más de 3.000 metros de altitud y soportar las temperaturas extremas de las montañas alpinas. El centro de su flor tiene cinco o seis cabezas de flores pequeñas, rodeadas de pétalos de hoja de un blanco de luna que sólo brota entre julio y septiembre.

Todo ello alimenta su leyenda y se asocia al amor verdadero, recóndito y a veces inaccesible, aunque anhelante de que llegue el momento en que alguien lo encuentre. Y por ello se considera símbolo de amor y coraje, del honor y de los sueños.

Incluso Astérix desarrolla una de su más conocidas aventuras, “Asterix en Helvecia”, en busca de esta flor, a la que ellos llamaban estrella de plata, por ser el ingrediente esencial que encontró el druida Panoramix como curación para un veneno.

Altamente valorada en cosmética y salud, se ha logrado su crecimiento en invernadero, ya que corre peligro de extinción en muchos de sus hábitats naturales.

Después del día “d”, 14 de febrero, edelweiss permanece, aunque sea en invernadero. Sea pues, aunque sea en invernadero, que el amor permanece, más allá del día “d”.

ADAPTACIÓN DE LECTURA PARA ENLACE CIVIL.